Desde la nación Mixe, una media decena de autoridades municipales y auxiliares lanzaron un angustioso y enérgico ¡Ya Basta!, al autoritarismo que desde hace décadas mantiene el hoy titular del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), Adelfo Regino Montes, sobre estas comunidades indígenas.
El “hermano mayor Mixe”, resultó un verdadero cacique de horca y cuchillo, que a base de la violencia les impone cuotas (moches), a las autoridades municipales de las comunidades mixes.
Los denunciantes, autoridades comunales, auxiliares y pobladores, que por seguridad solicitaron reservar su identidad, señalaron públicamente el clima de terror que Adelfo Regino ha sembrado en la región, utilizando la falsa personalidad de diácono.
Con toda esta inconformidad generalizada en contra de Regio Montes, la región Mixe se ha convertido en una “bomba de tiempo” que podría estallar de un momento a otro, alimentado por la histórica rebeldía del pueblo Mixe, la etnia nunca conquistada.
El funcionario federal, ha llegado al grado de generar conflictos agrarios y sociales ficticios para enfrentar entre sí a los pueblos mixes, inclusive dotándolos de armas de fuego para imposibilitar la solución a las diferencias, políticas, ideológicas y religiosas.
Uno de los principales negocios del ex secretario de Asuntos Indígenas del gobierno de Gabino Cué Monteagudo, fue el aplicar cuotas millonarias por la asesoría a los municipios indígenas.
Un ejemplo es la injerencia del también ex asesor del EZLN en el conflicto agrario y social entre las comunidades de San Pedro y San Pablo Ayutla con sus vecinos de Tamazulápam del Espíritu Santo, en donde con el apoyo de caciques locales, de un “colectivo de mujeres” y de los religiosos salesianos, Adelfo Regino apoya abiertamente a Ayutla.
El conflicto por el uso del agua de un manantial, localizado en los límites de ambas comunidades, se ha salido de control y a pesar de los esfuerzos gubernamentales, los caciques, el grupo de mujeres activistas y los sacerdotes salesianos, se oponen sistemáticamente a su solución, protegiendo sus intereses económicos y políticos a pesar del saldo sangriento que ha dejado esta lucha y el único favorecido es el oriundo de Santa María Alotepec.
Otro conflicto agrario y social azuzado por Regino Montes, es el que enfrentan San Miguel Quetzaltepec con su agencia municipal Chuxnaban, ésta última comunidad es asesorada por él mismo y según denuncias de las autoridades municipales de Quetzaltepec, es el que les entrega armas de alto poder para mantener el terror en la zona.
San Juan Juquila Mixes enfrenta otro conflicto de límites con su agencia municipal San Pedro Ocotepec, ésta última es apoyada y asesorada por el mismo funcionario, quien, ignorando a las autoridades de la cabecera municipal, aprobó la apertura de una nueva carretera, sin antes agotar el diálogo y los acuerdos, mostrando su falta de capacidad conciliadora.
Entre Santiago Atitlán y Estancia de Morelos, otro conflicto está a punto de estallar en violencia con la asesoría del funcionario federal, a quien no le interesa la solución por el pago mensual que recibe, y contrariamente promueve la violencia apoyado por militantes regionales de MORENA.
Otro conflicto agrario y social ficticio que busca mantener latente es entre María Lombardo de Casso y Jaltepec de Candayoc, ésta última comunidad apoyada y asesorada por el titular del INPI, a quien lo que menos le interesa es su solución por los beneficios económicos que recibe.
Otro de los florecientes negocios del titular del INPI, con el apoyo de su hermano Francisco Regino Montes y abusando de su cercanía con el Presidente López Obrador, es el cobro a cada una de las autoridades municipales que solicitan una audiencia con el funcionario para presentarle alguna petición de obras, pero el único que puede conseguir la audiencia es “Paco” Regino y es el autorizado para darle seguimiento a la petición ya autorizada.
El negocio no termina allí, con la obra autorizada y los recursos liberados por el titular del INPI, las autoridades municipales están obligados a asignarle de manera directa la obra a Paco Regino y éste designa a quien comprarle todo el material de construcción necesario, todo un negocio redondo de ambos.
Hasta el momento, ninguna de las comunidades asesoradas por el ex seminarista y diácono, ha encontrado una solución pacífica y favorable a los conflictos, y contrariamente la violencia ha estallado y la sangre ha regado el territorio del Rey Condoy.