Ciudad de Oaxaca. – En Oaxaca hay 6 focos rojos por conflictos agrarios, donde ya se lanzó un nuevo llamado a retomar las mesas de diálogo ante la presencia beligerante en la zona dispuesta de gente armada, aceptó el titular de la Secretaría de Gobierno (SEGO) Jesús Romero López.
En este sentido exhortó nuevamente a los municipios de Santa Cruz y a Santiago Mitlatongo para regresar a la mesa de diálogo a fin de que cese el clima de hostilidad que hay en la zona.
Afirmó que ambos pueblos se mantienen a la expectativa, en espera de una nueva sentencia que emitirá el Tribunal Unitario Agrario (TUA).
Pero atajo que ni con esta resolución, se va poner fin al litigio por la posesión de más de 2 mil hectáreas, porque hay muchos agravios, rencor, coraje, viudas, asesinatos sin resolver y huérfanos entre ambas comunidades.
Lamentó que, desde la Cdmx, haya quien esté agitando estas pugnas entre dos pueblos hermanos, donde lo que pelean son 2 mil hectáreas, -de las cuales mil son productivas y las otras mil son pura piedra y rocas-.
“Tenemos ubicados a quienes atizan este conflicto y buscan que haya muertos, porque ellos solo son los titiriteros y otros son los que matan en las emboscadas, gente que ni la debe ni la teme”.
“Pero la invitación a dialogar está en la mesa, no se va detener a nadie, solo esperamos que acepten”, propuso Jesús Romero.
Otra pugna agraria vigente es la que prevalece entre Sola de Vega y San Vicente Coatlán, pero está encauzada y es derivado de una resolución que emitió un Tribunal Unitario Agrario (TUA) a favor de Sola de Vega y donde sus colindantes denuncian que sufrieron un despojo.
Romero López lamentó que ante este litigio las tierras en disputa permanecen abandonadas, pero se sigue trabajando en las mesas de conciliación, donde se ha planteado como opción de solución a la añeja disputa, que se permita la construcción de la presa “Paso Ancho”, con el que se busca atraer agua a la ciudad para resolver su crisis hídrica.
Afirmó que como estrategia para resolver las disputas agrarias en Oaxaca la SEGO está buscando un nuevo modelo de conciliación donde los pueblos deben anteponer la tierra, mediante un justo reparto, una compensación, o una expropiación, para solventar en definitiva el conflicto, “porque con pura saliva no se resuelve una diferencias de tierras”, y por ello atajo en el 2023 resolvimos 18 disputas.