Al menos 32 personas han muerto, entre ellas 23 niños de entre dos y tres años, por los disparos este jueves con un rifle de un expolicía en una guardería del noreste de Tailandia, informaron los servicios de emergencia. El sospechoso, de 34 años y que fue apartado del cuerpo a raíz de delitos de posesión de droga, se suicidó tras el ataque, informó la Policía en su cuenta de Facebook.
“Confirmamos que el criminal se disparó a sí mismo y ha muerto”, apuntó la Policía en un perfil oficial de Facebook, mientras que los servicios de rescate apuntaron que antes de quitarse la vida también mató a su mujer y su hijo. El asaltante disparó con un rifle automático a los presentes en una escuela infantil localizada en la provincia de Nongbua Lamphu, que generalmente acoge a niños de entre 2 y 5 años, antes de darse a la fuga en una furgoneta atropellando a varios peatones.
Las imágenes facilitadas por la Policía muestran decenas de cadáveres esparcidos por diferentes estancias. Muchos de los heridos, cuya cifra exacta aún se desconoce, han sido trasladados al hospital Nong Bua Lamphu, que ha solicitado “con urgencia” que los ciudadanos donen sangre de todos los tipos, según medios locales.
Familiares de las víctimas se dirigieron al recinto que fue acordonado por la policía, y muchos de ellos sucumbieron a la desesperación, según se aprecia en imágenes y vídeos que circulan en las redes sociales. El primer ministro del país, Prayut Chan-ocha, ha expresado sus condolencias a las familias.
*Este texto fue escrito y publicado por Deutsche Welle.