Temerosos de que las variantes del coronavirus provoquen una nueva ola de muertes en la Unión Europea y lleven a los hospitales al borde del colapso, los jefes de Estado y Gobierno de los 27 países se aprestaban a realizar una videocumbre el jueves para evaluar si imponen nuevas restricciones en las fronteras, mejorar el rastreo de mutaciones y mejorar la coordinación de los confinamientos, entre otras medidas.
La naturaleza altamente contagiosa de las variantes provoca gran preocupación y algunos países de la UE han impuesto toques de queda y reforzado la obligación de usar mascarillas en el transporte público y las tiendas.
A fin de evitar una nueva ola de pánico similar a la del inicio de la pandemia, cuando los cierres unilaterales de fronteras obstaculizaron el transporte de bienes, la Comisión Europea emitió una serie de recomendaciones “para un frente unido que derrote al COVID-19”.
El ejecutivo de la UE sostiene que la crisis de salud se encuentra en un punto crítico y exhorta a los estados miembros a acelerar las campañas de vacunación, garantizar que al menos el 80% de los mayores de 80 años estén vacunados para marzo y que el 70% de la población adulta esté inmunizado para fines del verano boreal.
Pero puesto que la UE prevé que las vacunas no estarán disponibles antes de abril, en el ínterin se deben encontrar medios eficaces para contener las variantes nuevas. La comisión cree que será crucial rastrear las mutaciones del virus mediante la secuenciación del ADN, combinada con la aplicación mayor de pruebas de antígeno.
Según el ejecutivo, varios países de la UE están testeando menos del 1% de las muestras. Ha propuesto aumentar “urgentemente” la secuenciación genómica al 5% de los resultados positivos y llegar al 10% para detectar las variantes.
Portugal, que ejerce la presidencia rotativa de la UE, dijo que todos los estados miembros han llegado a un acuerdo para “garantizar un método común para el uso y validación de las pruebas de antígenos, así como el reconocimiento mutuo de los resultados de las pruebas de COVID-19 en Europa” para someterlo a la discusión de los líderes.
La canciller alemana Angela Merkel dijo que no prevé resultados “definitivos” de la cumbre y que los ministros del Interior de los países tendrán que discutir los destalles prácticos.
“Puedo decir que Alemania busca una salida cooperativa, que los controles fronterizos serían un último recurso también para nosotros y que haremos mucho para tratar de impedirlos”, dijo a la prensa en Berlín. “Pero no se pueden descartar del todo si alguien tiene ideas totalmente distintas”.
Con información de AP