Maldición a la oaxaqueña: Policía corrupta y además vetusta
Dios nos ampare frente a la delincuencia que todos los días fustiga a los ciudadanos, la policía municipal de Oaxaca de Juárez además de corrupta es vetusta.
En la jerga litigiosa reza el aforismo: a confesión de parte relevo de pruebas.
Sin rubor el flamante secretario de Seguridad Ciudadana y Protección Civil del gobierno “copetón”, Raúl Ávila Ibarra, le dijo a la reportera Lisbeth Mejía Reyes que la corporación “se empieza a volver una policía vieja y tenemos que inyectar personal nuevo”.
Y cómo no habría de ser así, si al menos en los últimos doce años —narra la informadora— no han contratado nuevo personal. La seguridad no nace, se hace a partir de las decisiones de política pública en materia de seguridad como se construye.
Tener en sus manos la tranquilidad de al menos 270 mil oaxaqueños no debe ser cosa menor para un gobierno que todos los días se regodea en su frivolidad.
El novio de la boda y el bebé del bautizo que finge ser el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Francisco Martínez Neri, anda en cuanto compromisos social se pueda usted imaginar, menos en la gestión de los fondos fiscales necesarios para equipar a sus policías.
El colmo, lo sucedido en la supuesta no detención de sus elementos en Pueblo Nuevo, cuando en las imágenes capturadas por el periodista Ernesto Rojas Ayuso no queda lugar a dudas de que los subieron “maniatados” como viles delincuentes.
Si como dice el funcionario no fueron capturados cuando presuntamente extorsionaban a “polleros” o “coyotes” ¿porque permitió que los amarraran como puercos? ¿Por qué complacer a la muchedumbre orgiástica en lugar de imponer la autoridad?
En lenguaje “milenial”: ¿es neta, secretario? ¿Así se hacen las extracciones de los elementos policiales, en medio del oprobio y la condena social?
Por eso a los municipales les pasa como a Mandibulin, ya nadie los respeta.