CIUDAD DE MÉXICO (AP) — De acuerdo con el diario El Financiero, en marzo de 1994, un crimen cuidadosamente planeado marcó un hito en la historia de México. Alfredo Harp Helú, presidente del Consejo de Administración de Grupo Banamex-Accival y primo del empresario Carlos Slim, fue secuestrado en un operativo que evidenció graves fallas en la seguridad de alto perfil.
El domingo 13 de marzo, Harp Helú, de 50 años, fue interceptado en su vehículo por un comando armado mientras se dirigía a cumplir con su rutina diaria. A las 8:00 a. m., en la zona residencial de Coyoacán, un grupo de hombres uniformados —supuestamente miembros del Ejército Popular Revolucionario (EPR)— lo privó de su libertad sin resistencia, llevando también a su chofer, Eliseo Ortíz, quien fue liberado horas después bajo efectos de sedantes.
Este secuestro ocurrió en un periodo turbulento para el país, enmarcado por el asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio y el levantamiento armado del EZLN. La familia del empresario recibió exigencias iniciales de 100 millones de dólares por su liberación, pero finalmente negoció un rescate de 30 millones de dólares. La carta publicada al día siguiente confirmó el plagio, resaltando el peligro de cualquier intervención policial.
Durante 106 días, Harp Helú permaneció cautivo en condiciones extremas en una casa de seguridad cuya ubicación nunca fue revelada. Finalmente, el 28 de junio de 1994, fue liberado y abandonado en una intersección al sur de la Ciudad de México. El empresario tomó un taxi para reunirse con su familia.
A pesar de la magnitud del caso, no se identificó públicamente a los perpetradores. Cuatro años después, en 1998, dos sospechosos fueron capturados, pero el caso quedó envuelto en el misterio.
Este episodio marcó un antes y un después en la seguridad privada en México. Según Julio César García, consultor de seguridad, los secuestradores habían estudiado minuciosamente las rutinas de Harp Helú, evidenciando deficiencias en su esquema de protección pese a su perfil público y su prominencia.
Al día de hoy, Harp Helú, dueño también del equipo de béisbol Diablos Rojos, sigue siendo una figura relevante en el ámbito empresarial. Su patrimonio actual se estima en 1,600 millones de dólares, según el sitio Celebrity Net Worth.
En 2009, Harp Helú enfrentó otra tragedia: la muerte de su hijo Alfredo Harp Calderoni, presidente de Grupo Martí y destacado productor cinematográfico, quien falleció a los 39 años a causa de un infarto masivo. Calderoni dejó un legado en la industria del cine mexicano y una familia profundamente afectada por su partida.