En el país, las brechas salariales y la representación en posiciones de liderazgo revelan disparidades persistentes, específicamente en Oaxaca las particularidades económicas y sociales se amplifican en estos desafíos, haciendo que las desigualdades sean aún más evidentes.
A nivel nacional, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que las mujeres ganan en promedio un 16% menos que los hombres en trabajos similares. Este dato refleja una brecha salarial persistente a pesar de los esfuerzos por promover la igualdad.
En el contexto de los empleos bien remunerados, las mujeres están subrepresentadas en industrias que ofrecen los salarios más altos, como la tecnología y las finanzas. Según el Reporte Global de la Brecha de Género 2023 del Foro Económico Mundial, México ocupa el puesto 61 de 156 países en términos de igualdad salarial, evidenciando un largo camino por recorrer hacia una compensación equitativa.
En Oaxaca, la situación es aún más crítica, de acuerdo al INEGI, el salario promedio mensual en el estado es de 6,200 pesos, significativamente por debajo del promedio nacional, que es de aproximadamente 9,500 pesos. Las mujeres oaxaqueñas, en particular, enfrentan una brecha salarial que puede alcanzar hasta un 20% en comparación con sus colegas masculinos en el mismo sector. Esto se debe en parte a la alta concentración de mujeres en el sector informal y en ocupaciones con bajos ingresos, como el comercio y los servicios domésticos.
La poca representación femenina en cargos directivos es otra área de preocupación. A nivel nacional, el porcentaje de mujeres en cargos directivos de alto nivel es bajo. Datos del Reporte de Diversidad e Inclusión 2023 de la consultora McKinsey & Company indican que solo el 25% de los cargos de alta dirección en empresas mexicanas están ocupados por mujeres. Esta cifra refleja una barrera estructural que limita el acceso de las mujeres a los puestos de toma de decisiones y a los salarios correspondientes.
En Oaxaca, el panorama es aún menos favorable. Las mujeres ocupan solo el 15% de los cargos directivos en las empresas registradas en el estado, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Este porcentaje es inferior al promedio nacional y refleja las dificultades adicionales que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral en contextos regionales específicos. Las barreras culturales y económicas, como la falta de infraestructura para la conciliación de la vida laboral y familiar y las limitadas oportunidades de capacitación, contribuyen a esta baja representación.
La educación y la capacitación son factores clave para mejorar el acceso de las mujeres a empleos bien remunerados. En el estado, la brecha en la calidad educativa y el acceso a formación técnica siguen siendo obstáculos importantes. La Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) indica que el 62% de las mujeres en Oaxaca no cuenta con educación superior, lo que limita sus oportunidades en el mercado laboral de alta remuneración.
Las brechas salariales y la subrepresentación en posiciones de liderazgo reflejan una necesidad urgente de políticas más efectivas y de un cambio cultural en el ámbito laboral. Para lograr una verdadera igualdad de oportunidades, es fundamental promover la educación y la capacitación, apoyar la conciliación laboral y familiar, y fomentar una cultura organizacional que valore y promueva la diversidad y la inclusión en todos los niveles.