Rusia rechazó el martes los pedidos de Estados Unidos y Europa de dejar en libertad al líder opositor Alexéi Navalni, quien fue arrestado tan pronto regresó al país tras recibir tratamiento en Alemania por un intento de envenenamiento, afirmando que “este es un asunto totalmente interno”.
Diversos gobiernos extranjeros han condenado la detención y han pedido la inmediata liberación de Navalni, quien acusa al gobierno ruso del intento de envenenarlo. La detención ha agravado las tensiones entre Rusia y Occidente, donde han proliferado los llamados para imponerle más sanciones al gobierno de Vladimir Putin.
El portavoz del gobierno ruso, Dmitry Peskov, declaró el martes a la prensa que “no podemos y no vamos a tomar en cuenta estas declaraciones”.
“Estamos hablando de la violación de la ley rusa por parte de un ciudadano ruso. “Este es un asunto totalmente interno y no permitiremos injerencia extranjera alguna y no vamos a escuchar ese tipo de declaraciones”, añadió el portavoz.
Navalni fue detenido al llegar al Aeropuerto Sheremetyevo de Moscú el domingo por la tarde, procedente de Berlín donde fue atendido a raíz del intento de envenenamiento en agosto. Las autoridades rusas ordenaron su detención por 30 días el lunes hasta la audiencia judicial, en una audiencia improvisada en una comisaría policial.