Norberto Bobbio argumentaba: “Me interesa resaltar que liberalismo y democracia, que desde hace un siglo hasta hoy fueron considerados siempre, la segunda como consecuencia natural de la primera, muestran ya no ser del todo compatibles, toda vez que la democracia fue llevada a las extremas consecuencias de la democracia de masas, o, mejor dicho, de los partidos de masas, cuyo producto es el estado benefactor” (1). En esta cita, el filósofo resalta una tensión entre liberalismo y democracia, sugiriendo que, aunque históricamente ambos conceptos se han considerado compatibles, hoy en día no lo son.
Bobbio advierte sobre la involución del concepto, que, trasladado a nuestra realidad mexicana, se sitúa en una “democracia de masas”, alentada por un movimiento de masas (Morena) cuya ambición de poder absoluto y perpetuidad ha esculpido un supuesto “estado benefactor”. Esto implica que nuestra otrora república liberal, que, a pesar de sus defectos, enfatizaba la libertad individual y el mercado libre, ha entrado en conflicto con la democracia de masas. Esta circunstancia ha llevado a los más desfavorecidos a creer en falsos redentores, quienes los engañan con el ofrecimiento de garantizar la igualdad y el bienestar a través de la intervención estatal y las políticas redistributivas: quitarles a los de arriba para darles a los de abajo.
Desgraciadamente, bajo el pretexto de contar con un respaldo abrumador, hemos caído en las garras de una autocracia mañosa, medrosa y mentirosa. Pensábamos equivocadamente que hallaríamos bajo su guía libertad, igualdad y fraternidad; pero hemos permitido que unos cuantos, que dicen detentar el mandato popular, destruyan la herencia que a nuestros padres y abuelos les costó sangre, lágrimas y sudor: nuestras instituciones. Gracias a la cúpula morenista, un Poder Judicial independiente está viendo su ocaso. Tras su caída, la liza política no será la misma, porque el poder de la autodenominada Cuarta Transformación tendrá la fuerza para crear, con descaro, su propia “verdad” hasta el grado de negar las propias libertades, aquellas que son intrínsecas a los derechos del hombre.
Quiero renunciar expresamente a la titularidad de esta última proposición, porque no me pertenece, corresponde al ideario del gran filósofo Michel Foucault, quien argumentaba que el poder crea su propia verdad a través de la fuerza y no de la razón. Foucault exploró cómo el poder y el conocimiento están intrínsecamente relacionados, y cómo las estructuras de poder pueden influir en lo que se considera verdad en una sociedad.
Sin embargo, no todo está perdido. Al pensamiento libre le queda la tarea de hacerse cargo de la verdad aplicando la recomendación del propio Foucault: “No se trata de liberar la verdad de todo sistema de poder —esto sería una quimera, ya que la verdad es ella misma poder—, sino de separar el poder de la verdad de las formas de hegemonía (sociales, económicas, culturales) en el interior de las cuales funciona por el momento” (2). Sigo al profesor de la ITAM Carlos Alfonso Garduño que, al explicar esta porción en sus escritos, señala la obligación de los pensadores de: “separar, a través del análisis, la verdad de los discursos hegemónicos, más que para quitarles poder, para problematizarlos, para generar resistencia, para contrarrestar sus consecuencias y para abrir la posibilidad de nuevos discursos” (3).
Gateante, balbuceante, si se quiere en ciernes, como fuera, nuestros antepasados nos legaron una democracia que en el presente una caterva de perversos está derrocando a punta de mentiras. La democracia no la construye un solo hombre, un solo partido o un solo pensamiento; es fruto de la pluralidad, de los que la votan, de los que en ella piensan, discuten, compiten, y también de aquellos quienes la detestan, porque con su práctica, apoyo o aversión la legitiman.
- Bobbio, Norberto. El futuro de la democracia. Fondo de Cultura Económica, 2022. Ciudad de México. ISBN 978-607-16-6447-1. Pág. 138
- Foucault, Michel. “Verdad y poder”, en Microfísica del poder, Las Ediciones de La Piqueta. 1979. Madrid. ISBN: 84-7.443-017-8. Pág. 189
- Garduño, Carlos Alfonso. “Verdad y Poder en la obra de Foucault”. Biblioteca Digital ITAM. https://www.biblioteca.itam.mx/estudios/revista/115/000266071.pdf?form=MG0AV3