La organización benéfica alemana Welthungerhilfe advirtió este martes que una gran cantidad de países dejan de exportar alimentos, lo que agrava la crisis mundial del hambre. Unos 811 millones de personas sufren hambre en el mundo, según esa ONG.
“Cada vez más países dicen: no vamos a dejar salir más [alimentos]. Eso provoca escasez, hace subir los precios, y es muy, muy malo para los más pobres de este mundo”, denunció el director de la organización, Mathias Mogge, a la cadena pública alemana ZDF.
Dijo que el mundo debe garantizar que los mercados o el comercio de alimentos permanezcan abiertos. Welthungerhilfe presenta hoy su informe anual, en el que da su opinión sobre el efecto de la guerra de Ucrania, la crisis climática y la migración forzada en el hambre en todo el mundo.
Deterioro en países en desarrollo
Según la organización, la situación alimentaria en los países en desarrollo y emergentes se ha “deteriorado dramáticamente” en los últimos meses.
“Los grandes impulsores del hambre son los conflictos y el cambio climático”, dijo Mogge a la ZDF.
Welthungerhilfe gastó un total de 260 millones de euros (260 millones de dólares) en proyectos el año pasado, la mitad de los cuales se destinaron a ayuda humanitaria y la otra mitad a iniciativas a largo plazo, explicó.
“Durante muchos años ha habido mejoras continuas en la lucha contra el hambre, pero desde 2014 la tendencia se ha invertido: múltiples crisis están provocando que el número de personas hambrientas siga aumentando”, dice el informe anual de Welthungerhilfe presentado en Berlín.
El aumento de los precios de los alimentos está exacerbando la inseguridad alimentaria: para 2021, los precios de los alimentos en todo el mundo ya habían aumentado un 28 % en algunos casos.
La situación es especialmente dramática en Yemen, Afganistán y Sudán del Sur, pero también en Madagascar y los países del este de África, donde los efectos de la crisis climática están provocando graves sequías. Estas son “una llamada de atención para finalmente intensificar los esfuerzos para combatir el cambio climático, que está provocando emergencias humanitarias cada vez más graves”, dice el informe anual.
“Las guerras tiene un impacto masivo”
Aunque la pandemia de la corona ha provocado emergencias en muchos países, según Welthungerhilfe, los principales impulsores del hambre en 2021 fueron los efectos cada vez más graves del cambio climático y el número cada vez mayor de conflictos armados.
“Las guerras tienen un impacto masivo en el sistema alimentario, por ejemplo, porque se queman campos, se saquean existencias o se restringe la venta de cultivos”, dice el informe.