OAXACA, México — Maestros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Oaxaca advirtieron el domingo sobre un posible paro nacional, uniéndose a otras secciones sindicales para oponerse a la reforma de la Ley del ISSSTE propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum. La amenaza surge tras un paro de 48 horas que incluyó protestas en Oaxaca y un plantón en la Ciudad de México.
En una asamblea estatal el sábado, la Sección 22 evaluó los compromisos del gobierno federal tras su reciente movilización, que paralizó oficinas federales y casetas de peaje en Oaxaca. Ese mismo día, se sumaron a las secciones 9, 10, 11 y 60 en una asamblea nacional representativa en la Ciudad de México para definir su plan de acción. Exigen eliminar la Ley del ISSSTE de 2007, aprobada bajo el ex presidente Felipe Calderón, y la reforma educativa del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Los docentes también cuestionaron la iniciativa de Sheinbaum, presentada en febrero para modificar la Ley del ISSSTE, que regula las prestaciones de los trabajadores del Estado. Aunque está en pausa, temen un “albazo” legislativo que, según ellos, agravaría las condiciones laborales. “El peligro persiste”, afirmó un vocero de la Sección 22, señalando que la reforma no resuelve problemas de fondo.
Se perfila un nuevo paro
Al cerrar la asamblea del sábado a las 23:13 horas, la Sección 22 se declaró en “alerta máxima” ante lo que consideran un inminente intento de imponer la reforma de 2025. Anunciaron un paro de 72 horas, cuya fecha se definirá en la asamblea nacional del domingo. “Saldremos a las calles con más fuerza pronto”, prometió Yenny Aracely Pérez Martínez, secretaria general de la sección, ante sus agremiados movilizados por el conflicto del ISSSTE.
Los maestros oaxaqueños buscan aliarse con otras fracciones de la CNTE y sectores afectados por la ley en esta nueva etapa de protestas. Durante el paro del jueves y viernes, tomaron oficinas federales como las de Bienestar y el Servicio de Administración Tributaria en la zona metropolitana de Oaxaca, además de casetas en la supercarretera Barranca Larga-Ventanilla.
La CNTE, ala disidente del SNTE, ha rechazado desde hace años la Ley del ISSSTE de 2007 por considerar que recortó derechos como pensiones y salud. La propuesta de Sheinbaum, pensada para modernizar el sistema, ha avivado su descontento al no atender sus demandas históricas.
Un legado de lucha
Esta confrontación se suma a décadas de resistencia magisterial en México. La Sección 22, bastión de la CNTE en Oaxaca, ha liderado protestas disruptivas contra políticas federales. La ley de 2007 y la reforma educativa de 2013 siguen siendo puntos de conflicto, vistas como ataques a los derechos laborales.
La asamblea del sábado reafirmó su determinación. Además del paro, pidieron unidad con otras secciones de la CNTE y afectados por el ISSSTE. La reunión nacional del domingo en la Ciudad de México definirá el rumbo, que podría incluir un paro coordinado en varios estados.
En Oaxaca, las protestas de la semana pasada alteraron operaciones gubernamentales y el tráfico en autopistas, una estrategia perfeccionada por el sindicato. Con el gobierno de Sheinbaum enfrentando retos tempranos, las acciones del magisterio podrían impactar más allá de Oaxaca, poniendo a prueba su agenda reformista a pocos meses de iniciar su mandato.
Hasta la tarde del domingo, no había respuesta oficial de la presidencia sobre las demandas magisteriales o el paro de 72 horas en puerta. Por ahora, la Sección 22 y sus aliados se mantienen firmes, listos para intensificar su batalla contra lo que llaman un legado legal injusto.