Huajuapan de León, Oaxaca.- El obispo la Diócesis de Huajuapan Miguel Ángel Castro Muñoz, pidió a los huajuapeños a mantener activo el amor a Dios y al prójimo, pues la llegada de la Navidad es la presencia de Jesús entre nosotros, siendo un tiempo de humildad, fe y amor sincero hacia los demás.
Hizo un llamado a la feligresía católica para fortalecer además la oración y la fe para la llegada del niño Dios, y resaltó que la tradicional Corona de Adviento, es un símbolo de la llegada de la Navidad.
“Nuestra corona símbolo del Adviento, ahora tiene las cuatro velas o los cuatro cirios encendidos y Dios mediante el 24 y 25 por la noche, también el cirio color blanco que simboliza a Jesucristo, es luz de nuestras vidas. Hoy tenemos un modelo de Adviento a María Santísima, para vivirlo con autenticidad”, expresó.
El líder religioso recordó que el primer domingo de Adviento fue el llamado a vigilar y orar, a estar libres de vicios, embriaguez y de una mente entorpecida por las preocupaciones mundanas. Mientras que el segundo llama a la conversión de mente y corazón, con la predicación de Juan el Bautista.
“Un bautismo de penitencia, el domingo anterior los frutos de esa predicación, de las primeras conversiones de aquellos que recibieron la predicación de Juan el Bautista, como el fruto del saber compartir, honestidad, honradez, y ejercicio legitimo del poder, la veracidad en la comunicación de los hechos o de la realidad; no difamar, no extorsionar y el sustento de esto con un trabajo libre de corrupción fue lo que respondió Juan el Bautista a aquellos que le preguntaron qué debo o debemos hacer”, dijo.
Durante su mensaje a la comunidad católica el obispo de la ciudad, instó a los huajuapeños a compartir con nuestro prójimo, con el saludo, ya que este es la puerta de entrada para el compartir y servir, así como la apertura para estar en relación, convivencia y la visibilidad del otro.
“Negar el saludo a alguien, es decir no te veo, no estás, no existes o no me importas, cuando se nos niega creo que nos sentimos así, por consiguiente siempre saludemos no lo neguemos a nadie, así se comienza a compartir y a servir, por esa empatía, el saludo ya es un signo de ese deseo de querer entrar en relación superando toda dificultad, prejuicio, obstáculos y hay resistencias humanas en nuestra convivencia, superemos eso, comenzando con el saludo”, comentó.
La autoridad eclesiástica puntualizó a los presentes que la Navidad es preparar el corazón y animó a los fieles a vivir la Navidad con fe profunda, reconociendo a Dios en los momentos difíciles.