¿Qué vamos a saber el primero de agosto después de que algunos mexicanos salgan a votar? Pues bien, sencillo. Sabremos cuántos tarados hay en el país que aún le creen al viejo de Macuspana.
Si no acude a las urnas el 40 por ciento del padrón electoral, entonces México tiene remedio, si por el contrario los acarrean y llegan a ese 40 por ciento, entonces nuestro país estará destinado a convertirse -como ya lo dijo amlo ayer- en la nueva “república bolivariana”-
Yo tengo más preguntas que respuestas respecto de la consulta popular de si se aplica la ley o no, por ejemplo, si va más del 50 por ciento del padrón electoral a exigir que se aplique la ley ¿Qué va a pasar con México?, por supuesto que estaríamos en la antesala de una verdadera “república bolivariana”, donde se hace “la voluntad del pueblo”.
El problema es que ese pueblo, es un ignorante sometido a las dádivas gubernamentales para que un tirano se perpetúe en el poder. Ese pueblo, sustituirá al Congreso de la Unión, al Poder Judicial de la Federación, a los gobernadores y obedecerá ciegamente a rajatabla la voluntad del benefactor. Lo mismo que ocurrió en la Venezuela de Hugo Chávez.
Hay un excelente libro que escribió sobre el dictador venezolano Enrique Krauze que se llama “el poder y el delirio”. Lo escribió hace más de una década, pero es una radiografía del futuro que le depara a México, si no le ponemos un alto a esta “transformación de cuarta”.
Venezuela con su enorme riqueza petrolera, tardó algunas décadas en acabarse sus recursos limitados y hoy allá en esa “república bolivariana”, los venezolanos padecen hambre, vejaciones a sus derechos humanos, pobreza extrema, falta de oportunidades porque están metidos en un sistema que lo gobierna una élite que hace y deshace, esa élite protege y procura al poder de un solo hombre -ahora Nicolás Maduro- y es justamente el ejército de aquel país.
¿Se dan cuenta de la asquerosa similitud entre la manera de gobernar de Hugo Chávez, Nicolás Maduro y don López?, aquí en México también tenemos concesiones extraordinarias para el ejército, le cedimos la posibilidad incluso de que, quienes pacten con los narcos, sean esencialmente los militares porque son ellos los que controlan carreteras, puestos, aeropuertos, aduanas y todos los lugares por donde pasa o se produce la droga en México.
De lo mismo están acusados los militares venezolanos, de ser los principales traficantes de cocaína en América del Sur, con nexos con la guerrilla colombiana y los cárteles de la droga de ese país, azotado hoy por manifestaciones cruentas.
Y, todo eso porque le estaríamos firmando un cheque en blanco al peje si salimos a “votar” en la consulta popular el próximo domingo primero de agosto.
Supongamos que va una mayoría y vota porque metan a la cárcel a los expresidentes ¿en verdad lo hará amlo?, ¿hay algún expediente abierto en contra de algún expresidente de México?, ¿la unidad de inteligencia financiera, la fiscalía general de la república o alguien del gabinete tiene una denuncia en contra de Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón, Vicente Fox o el propio Carlos Salinas de Gortari?
Me parece que no hay absolutamente nada, ni a Emilio Lozoya ha podido encarcelar don López, mucho menos a quien lo ayudó a llegar a la presidencia de la república que, según dicen algunos sabihondos, fue el propio Peña Nieto con quien ya habría pactado impunidad.
De entrada, los mexicanos debemos estar preocupados porque López dijo que formalmente “ya somos una república bolivariana” y habría que enterarse qué es ese sistema de gobierno donde las garantías individuales son excluidas y donde se instaura la tiranía y el terror.
Simón Bolívar no fue un héroe mexicano y el ejército le ofreció 21 cañonazos en el aniversario de su natalicio, ni a Juárez le ofrecen ese honor por eso preocupa la demencia de don López, no solo por sus dislates, sino porque no ha medido la magnitud de compartir una frontera de miles de kilómetros con una potencia mundial que odia a los bolivarianos.
@leyvaguilar
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