El Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las antiguas FARC, anunció el domingo que se instalará oficialmente la mesa de diálogo de paz con el Gobierno de Colombia el próximo 16 de mayo, en un intento por desmovilizar a unos 3.000 guerrilleros que siguieron en armas tras el histórico acuerdo de paz de 2016.
“¡Somos el ejército del pueblo!”, clamaban los rebeldes en la más pura tradición de las viejas guerrillas marxistas de América Latina, en el marco de una gran concentración “popular” en los territorios bajo su control en el sur del país, a la que acudieron organizaciones campesinas, indígenas y afro, donde tras una semana de reuniones acercaron posturas para el proceso que está próximo a arrancar.
“Anunciamos ante todo el mundo que nuestros delegados a la mesa de diálogo con el Estado colombiano, en cabeza del Gobierno nacional, ya están listos para el 16 de mayo del presente año” empezar las negociaciones de paz, anunció desde una tarima la vocera conocida como Ángela Izquierdo en una zona rural de San Vicente del Caguán, departamento del Caquetá.
Fin a la guerra con el ELN
La vocera dijo que el EMC espera contar “con el impostergable acompañamiento y participación directa (del pueblo) como el verdadero poder soberano para la construcción”. Por el momento, el Gobierno de Gustavo Petro no se ha pronunciado al respecto, pero la guerrilla ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que la negociación se lleve a cabo en Oslo.
El EMC es el principal grupo disidente de las FARC que se negó a firmar el acuerdo de paz de 2016. Los combatientes, liderados por Iván Mordisco (dado por muerto en 2022 por el gobierno de Iván Duque, pero presente en este encuentro) se consideran los verdaderos herederos de las FARC, y en los últimos meses se han reorganizado con nuevos frentes disidentes que operan en distintas regiones. Se calcula que son unos 3.000 guerrilleros que operan principalmente en el Amazonas, en la costa del Pacífico y en la frontera con Venezuela.
Mordisco también hizo un llamado al Ejército de Liberación Nacional (ELN) para “poner fin” al conflicto activo entre esos dos grupos. “A los compañeros del Ejército de Liberación Nacional los invitamos a ponerle fin a la guerra entre nuestras organizaciones, conflicto que solo beneficia a la clase poderosa del país y enriquece a quienes viven del mercado de las armas”, dijo el líder insurgente.
Por Agencias.