La Policía Federal de Brasil detuvo este sábado exministro de Bolsonaro por trama golpistaal general Walter Braga Netto, exministro de Defensa con Jair Bolsonaro, por participar en una supuesta tentativa de golpe en 2022 e intentar obstruir las investigaciones, informaron las autoridades. El general en la reserva, que también fue ministro de la Presidencia y candidato a vicepresidente como compañero de Bolsonaro en las elecciones de 2022, fue conducido a la sede de la Primera División del Ejército, en la llamada ‘Villa Militar’ de Río de Janeiro. Su asesor, el coronel Flávio Botelho Peregrino, fue también detenido.
La detención fue ordenada por el juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes a pedido de la Policía Federal por la “participación” de Braga Netto “en un intento de golpe de Estado y de obstrucción a la justicia por intentar obstaculizar las investigaciones sobre el episodio”, dijo la corte en una nota. Las investigaciones “revelaron la gravísima participación de Walter Braga Neto en los hechos investigados y su verdadero papel de líder, organizador y financiador”, según la sentencia del magistrado.
Tuvo una “participación activa” que ya había sido investigada
Braga Netto ya había sido objeto de una operación policial en febrero como parte de la investigación sobre “la organización criminal que actuó en el intento de golpe de Estado”, pero no fue detenido entonces. La PF recomendó a fines de noviembre inculpar al expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, de 69 años, y varios de sus aliados por una supuesta tentativa de golpe de Estado para impedir la asunción del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva tras su victoria en las elecciones de 2022. Además de al exmandatario (2019-2022), la policía recomendó entonces procesar a su exministro de Defensa, el general Braga Netto.
Según la investigación policial, Braga Netto tuvo una “participación activa” en un intento de presionar a los comandantes de las fuerzas armadas brasileñas “a adherirse al intento de golpe”. El general también estaría involucrado en la obtención y entrega de recursos financieros para operaciones de vigilancia, y “la planificación de secuestros y, posiblemente, homicidios de autoridades”. Y habría actuado luego para conseguir informaciones bajo secreto judicial sobre la investigación.
La investigación de la Policía Federal concluyó con la petición de cargos contra 37 acusados, señalados por “los crímenes de abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado y organización criminal”. La investigación, que recabó pruebas durante dos años, está condensada en un documento de más de 800 páginas, ahora en manos de la Fiscalía General de Brasil, que debe decidir si acusa penalmente a los señalados, entre los que se incluye a Bolsonaro.
Posible implicación de Bolsonaro
Bolsonaro es señalado de tener “plena conciencia y participación activa” en el presunto plan golpista frustrado para impedir la asunción de Lula, según la PF. El expresidente también tendría “pleno conocimiento” de un supuesto esquema para matar a Lula luego de que lo derrotara en las elecciones de octubre de ese año. El plan llamado “Puñal Verde y Amarillo” se habría discutido en la casa del general Braga Netto. Fue impreso en el palacio de Planalto, sede de la presidencia brasileña, según los investigadores.
Además de Lula, también planificaban el asesinato del entonces vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, y del propio juez Moraes, al frente de varias investigaciones contra Bolsonaro y su entorno. Entre las pruebas reunidas por la PF figura también un manuscrito con notas sobre el plan golpista hallado en la sede del Partido Liberal de Bolsonaro, entre las pertenencias de un asesor de Braga Netto.
Bajo el título “Operación 142”, el documento menciona alternativas como “interrupción del proceso de transición”, “anulación de las elecciones” y “prorrogación de los mandatos”. Aunque el golpe de Estado no ocurrió, el 8 de enero de 2023, pocos días después de la investidura de Lula, miles de bolsonaristas asaltaron y vandalizaron las sedes de la Presidencia, la corte suprema y el Congreso en Brasilia. Bolsonaro, que días antes había viajado a Estados Unidos, es objeto de otra investigación para determinar si instigó esos disturbios.
Por Agencias.