Tuxtepec, Oaxaca.- “Ya no va a venir mi hijo a trabajar, despídanse de mi hijo, es la última vez que va a venir a pararse, aquí les traigo a mi niño, trabajador” estas fueron las desgarradoras palabras de la señora Martha Delgado, madre de Emilio Carlos Delgado, afuera de la empresa en donde laboró los últimos 7 años de su vida.
El martirio de la familia de Emilio inició desde el pasado sábado, cuando no llegó a su casa después de haber laborado en el turno nocturno en la Compañía Cervecera del Trópico, su familia con esperanzas de encontrarlo con vida, pegó volantes con su fotografía afuera de la empresa, y al no haber respuesta el martirio siguió.
Tras denunciar su desaparición, ni el sindicato ni las autoridades de la empresa les informaron sobre la situación en la que se encontraba Emilio, sin embargo, algunos compañeros le dijeron a la familia que había fallecido al interior, hecho que consternó a la población.
Tras confirmarse la muerte de Emilio, y de presionar mediáticamente, el cuerpo fue entregado a la familia la tarde de este domingo, más de 24 horas después de haber fallecido al interior de la empresa, y lo hicieron en medio de presiones mediáticas, de manifestaciones y sobre todo de exigir justicia.
El velorio del ex trabajador fue en la colonia La Granada, solo con la familia, amigos, pero sin sus compañeros cerveceros y muchos menos sin la dirigencia del sindicato, reclamo que hizo su padre Florencio Carlos Hernández, en la entrada principal de la Cervecera, en donde además aprovecharon para exigir justicia, “por el lado del sindicato no se nada, no tenemos respuesta, no tenemos apoyo”.
El féretro, emplayado, fue bajado en la entrada del estacionamiento de esta compañía, en donde con una breve oración lo despidieron, recordándolo como un trabajador ejemplar pero sobre todo buen amigo, allí por última vez su nombre se escuchó.

El caso de Emilio ha consternado a muchos, a amigos, trabajadores y sobre todo a la familia, quienes no se cansaran de exigir justicia, de reclamar la falta de tacto y de interés por parte del sindicato y de la misma empresa, en donde laboró por 7 años.