Hace un año, la comunidad de San Lucas Quiaviní, Oaxaca, vivió una de las tragedias más grandes de su historia reciente. Un incendio forestal consumió grandes extensiones de bosque y, en su lucha por sofocar el fuego, cinco comuneros perdieron la vida. La tragedia no solo dejó un profundo dolor en la comunidad, sino que también puso en evidencia la falta de apoyo gubernamental ante emergencias de esta magnitud.
¿Qué pasó?
El incendio comenzó en el cerro de San Lucas Quiaviní y, tras ser parcialmente controlado, se reactivó sin que hasta el momento se conozcan las causas. A pesar de la urgencia, las autoridades no respondieron con la rapidez necesaria, lo que obligó a los pobladores y comuneros a organizarse por su cuenta. Con palas y picos, subieron a la zona del siniestro para intentar sofocar las llamas y proteger sus tierras. Entre ellos estaban Rafael Antonio Morales, José Hernández López, Pedro Curiel Diego, Celso Diego y Felipe García, quienes lamentablemente no regresaron con vida.
¿Cuál es el contexto?
San Lucas Quiaviní es una pequeña comunidad en los Valles Centrales de Oaxaca, situada a 36 kilómetros de la capital del estado. Su economía depende en gran medida de la agricultura y de las remesas enviadas por familiares que han migrado a Estados Unidos. Sin embargo, el apoyo gubernamental en infraestructura y emergencias ha sido históricamente insuficiente, dejando a los habitantes en situación de vulnerabilidad ante desastres naturales como incendios forestales.
En este caso, la tragedia se agravó por la falta de acción oportuna de las autoridades. A pesar de los llamados de auxilio en redes sociales, la protección civil no llegó al lugar, y el Ejército Mexicano solo hizo acto de presencia el día en que se recuperaron los cuerpos de los comuneros.
¿Por qué importa?
El sacrificio de estos cinco hombres no solo representa la valentía y solidaridad de la comunidad, sino también evidencia la desatención del gobierno ante crisis ambientales y humanas. Durante varios días, habitantes de San Lucas Quiaviní y de comunidades vecinas bloquearon la carretera federal 190 en protesta por la falta de respuesta de las autoridades estatales. La indignación creció al confirmarse que el incendio permaneció activo durante cinco días sin intervención oficial significativa.
Situación actual
A un año del siniestro, las cicatrices del fuego y la pérdida siguen presentes en San Lucas Quiaviní. Aunque la Comisión Estatal Forestal (Coesfo) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor) han prometido mejorar los protocolos de atención a incendios forestales, la desconfianza en la población persiste.
Como parte de las acciones preventivas, el gobierno del estado ha comenzado a impulsar la prevención de incendios, instalando subcomités de prevención y combate de incendios en las ocho regiones del estado.