Ciudad de Oaxaca. – El Fiscal General de Justicia Bernardo Rodríguez Alamilla, aceptó que aún hay órdenes de aprehensión pendientes de ejecutar por el caso de la ejecución extrajudicial del joven universitario Diego Paz que fue ultimado en un puesto de control de alcoholemia, y donde adelantó que entre los imputados se encuentra el jefe de la policía municipal del ayuntamiento de Santa Lucía del Camino Marcos Fredy Hernández.
Dijo que de acuerdos a los avances en los resultados periciales y del forense, se estableció que la víctima fue ultimada con alevosía y ventaja de dos disparos de arma de fuego, uno de ellos de frente y al pecho, además que se corroboro que no tenía rastro de alcohol en la sangre, por lo que se descarta que haya estado ebrio.
El Fiscal General dejó claro que en este caso, la actuación de la justicia será firme, no habrá impunidad y todos los implicados en el caso serán castigados, por lo que reiteró que se indaga toda la mecánica de los hechos y a la cadena de mando implicada en el operativo, donde advierte que hubo un claro abuso de autoridad.
Hasta el momento hay dos policías detenidos implicados en los hechos, vinculados a proceso y prisión justificada internado en el penal de San Francisco Tanivet, en Tlacolula de Matamoros, acusados de los delitos de abuso de autoridad, ejecución extrajudicial y disparo de arma de fuego con arma prohibida, porque uno de los implicados carece de certificación policial para portar armas de fuego.
Familiares de policías alegan inocencia
En tanto familiares de los dos policías municipales detenidos por el crimen del universitario Diego Paz acusaron que hay una falta de debido proceso en el caso por parte de la Fiscalía, ya que sin pruebas se determinó su responsabilidad penal.
Según su queja, los jóvenes víctima, burlaron el puesto de control y atropellaron a los policías, por lo que hubo una reacción para detenerlos.
“Que no sea mentiroso el Fiscal, que no mienta”, pidió la esposa del policía de Santa Lucía del Camino que resultó herido tras los hechos ocurridos en el alcoholímetro del 31 de agosto; la Fiscalía de Oaxaca no está haciendo bien su trabajo en el caso y el Fiscal no es médico, reiteraron las esposas de los policías que se quejan que ha sido ignorada la otra versión, donde también hay familias afectadas.