Los dos años y medio de pandemia del coronavirus provocaron una caída de hasta 25 por ciento en las ventas de negocios como Starbucks, Cielito Querido Café, The Italian Coffee y Punta del Cielo en México, debido a que, en el peor momento de la emergencia sanitaria, se estima que hasta ocho de cada 10 tazas de café se tomaron dentro del hogar, en detrimento de las cafeterías.
“La pandemia cambió hábitos de consumo derivados del confinamiento y la restricción de movilidad que vivimos durante ese periodo. En México seis de cada 10 tazas se consumían dentro del hogar antes de la pandemia, pero a raíz de la crisis sanitaria ese número aumentó a casi ocho de cada 10 tazas dentro del hogar. Este fenómeno llevó a que la gente también quisiera replicar lo que vivían en experiencias fuera del hogar y buscaran personalizar sus bebidas con distintas variedades”, informó Mariana Andueza, gerente de marketing de Nescafé, una de las beneficiadas con esta dinámica.
El año pasado, las ventas de las cafeterías se ubicaron 9.4 por ciento debajo del 2019, en cambio los ingresos del café instantáneo en el mismo periodo se colocaron 16.7 por ciento por encima de los niveles prepandemia, de acuerdo con datos compartidos por la consultora de mercado Euromonitor International.
El alza en la ingesta de esta bebida en el hogar fue notorio para Nescafé, que advirtió que algunos consumidores comenzaron a buscar presentaciones de su marca de diferentes gramajes. “Este efecto lo hemos detectado en las personas que suelen consumir mucho café. Por otro lado, también ha habido consumidores que prefieren las presentaciones de Nescafé en formato de sobre, mismos que buscan por su costo menor, o por un mayor rendimiento de su dinero”, agregó Andueza.
Debido a lo anterior, señaló que Nescafé amplió su portafolio en formatos de bajo precio y otros de mayor gramaje, para tener diferentes opciones para los clientes.
En México, el negocio del café instantáneo lo domina Nescafé de Nestlé con una participación de 48.9 por ciento, seguido de Dolca, también de Nestlé, que ostenta 10.3 por ciento del mercado y Los Portales con 7.1 por ciento de participación, de acuerdo con Euromonitor.
“Hemos percibido que los consumidores aprecian cada vez más el café de especialidad y reconocen las cualidades propias de diversos orígenes. Los compradores se han vuelto más exigentes respecto a la calidad e identifican fragancias, aromas, acidez, cuerpo, etc. Esto denota que existe un esfuerzo educativo alrededor de esta fruta y que otros productores agrícolas han desarrollado habilidades necesarias para redescubrir una taza de café”, refirió Givette Peréz, directora de sostenibilidad de APG Specialty Coffee, un exportador de café producido en México.
De acuerdo con Kantar, ocho de cada 10 hogares mexicanos consumen café soluble; sin embargo, en los últimos años ha ganado protagonismo el tostado y molido, que creció 20.8 por ciento, con la entrada de la cuarentena.
El aumento en el consumo de café tostado y molido, se convirtió en una oportunidad de negocios para cafetaleros emprendedores, como Café Zen, de Monika Frankerberger, que comercializa una variedad de origen veracruzano al representar a la cuarta generación de caficultores en su familia y ser la primera en buscar contar con su marca propia.
“La diferencia entre un café un poco comercial varía, porque hay cafés comerciales desde 100 pesos, y de especialidad (que cuestan) hasta mil pesos. Nosotros no lo estamos dando tan caro, pidieron por el kilo tostado 260 pesos, lo que no nos parece tan caro al ser de especialidad”, dijo Frankerberger.
Por su parte, Miguel Ronquillo, cafetalero de Totutla, Puebla, compartió que previo a la pandemia solo vendían a cafeterías locales, y actualmente ya realizan algunas exportaciones de su café, además de que un 10 por ciento de sus comercializaciones ya son en bolsas destinadas a tienditas o conocidos de su producto.
Futuros del café ‘despertaron’
La demanda de café en casa provocó que los precios futuros del grano de café se colocaran en un valor histórico de 226.45 dólares, frente a los 102 dólares en que se ubicaba a inicios del 2020, según la plataforma investig.com.
“En términos generales, el consumidor ha tenido una respuesta positiva ante la reciente propuesta de valor del café de especialidad. Para algunos mercados sigue siendo un lujo económico muy accesible, y para otros en donde no se produce, ya es un lujo que los consumidores están dispuestos a pagar”, explicó Givette Peréz.
El café es sin duda uno de los principales productos de consumo por hábito, pese a la inflación que también pegó al café soluble 13.21 por ciento anual en agosto, y para el tostado 22.82 por ciento.
“Para nuestro país el café juega un papel trascendente. Es el tercer generador de divisas, solo por debajo del petróleo y el turismo, por si fuera poco, emplea a 4.5 millones de empleos y representa el 6 por ciento del PIB agrícola del país”, concluyó Pérez.
*Este texto fue escrito y publicado por El Financiero.
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