El viernes, por lo menos 53 personas murieron cuando una gran muchedumbre intentó cruzar la valla de Melilla, que divide ese enclave de España de Marruecos. Tres días después, la policía en la ciudad estadounidense de San Antonio, Texas, descubrió los cadáveres de más de 50 personas abandonados dentro de un camión.
La cantidad de travesías a lo largo de las principales rutas migratorias parece estar aumentando después de la alteración causada por la pandemia de covid-19, que hizo que varios países impusieran restricciones de entrada más severas.
Esas medidas probablemente resultarán en un mayor número de muertes, advierten los expertos. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), una agencia de la ONU, estima que desde 2014 casi 50.000 migrantes han muerto o desaparecido intentando llegar a sitios como Estados Unidos o la Unión Europea. La agencia cree que la cifra verdadera de muertos y desaparecidos podría ser más alta.
Pero, ¿cuáles son las rutas más peligrosas del mundo para migrantes? y ¿por qué lo son?
El Mediterráneo central
Según la OIM, esta es la ruta más peligrosa para los migrantes. Se estima que más de 19.500 han muerto intentando navegar el mar Mediterráneo desde el norte de África hacia Europa desde 2014.
Los intentos de cruce frecuentemente se hacen en embarcaciones improvisadas y sobrecargadas, como botes inflables, que vuelven la travesía peligrosa y potencialmente mortal.
Estas embarcaciones suelen ser pilotadas por pandillas criminales y traficantes de personas.
En Túnez, que con Libia es el principal punto de partida para los migrantes que buscan alcanzar a Europa vía la ruta del Mediterráneo central, hay un cementerio reservado para los que se ahogan en el mar.
“Ver estas tumbas aquí me hace sentir muy triste”, comentó a la agencia AFP Vicky, una migrante nigeriana que espera emprender la travesía desde Túnez, mientras visitaba el cementerio.
“Cuando las veo [las tumbas], ya no estoy tan segura de que quiera hacer el cruce marítimo”, añadió.
Agencias como la OIM temen que esto no disuada a otros migrantes.
“La salida de migrantes por el Mediterráneo central continúa. Lo que más preocupa es el continuo alto número de muertes en este muy peligroso cruce marítimo. Sigue cobrándose vidas por la falta de acción concreta de los Estados”, afirma Safa Msehli, portavoz de la OIM.
Frontex, la Agencia Fronteriza y Guardacostas Europea, reporta que casi 300.000 personas han sido rescatadas tratando de usar esta ruta desde 2015.
Rutas internas de África
Para muchos migrantes africanos, el sueño de alcanzar Europa empieza con una travesía a través de su propio continente que implica un largo cruce del desierto del Sahara, camino a los países del norte de África.
Las severas condiciones ambientales son una gran amenaza: la OIM estima que el cruce sahariano fue responsable de las muertes de casi 5.400 personas entre 2014 y 2022.
“En el desierto se ven personas muriendo. Algunas por falta de energía, murieron aquí. Otras, cuando se les acaba el agua”, le dijo a la agencia AFP sobre su experiencia del cruce el migrante Abdullah Ibrahim.
Otra grave amenaza para los migrantes son la cantidad de pandillas de traficantes que operan en la región.
“La violencia a manos de los traficantes y los agentes fronterizos en la región también contribuye a las muertes que han sido registradas en el desierto del Sahara”, expresó la OIM en su más reciente informe sobre el problema.
La frontera México-EE.UU.
Aunque las rutas migratorias en el continente americano no son todas para llegar hasta Estados Unidos, esa es la meta principal para muchas personas que buscan hacer vida nueva en la región.
La frontera entre EE.UU. y México les presenta un gran desafío: la región es conocida por su geografía inhóspita, incluyendo regiones desérticas, y los migrantes frecuentemente tratan de cruzar hacia EE.UU. por el peligroso Río Grande (o Río Bravo, como se lo conoce en México) que fluye por buena parte de la frontera.
El ahogamiento es una de las principales causas de muerte en esa ruta que, según las estimaciones de la OIM, se ha cobrado más de 3.000 vidas desde 2014.
Aquellos que tratan evitar los peligros naturales, escondiéndose en vehículos, se enfrentan a amenazas diferentes, como la que produjo las muertes en San Antonio.
“Recientemente ha habido otros incidentes con gran pérdida de vida en las rutas migratorias hacia EE.UU.”, señala Safa Msehli, la portavoz de la OIM.
En diciembre de 2021, 56 migrantes murieron en Chiapas, en el sur de México, cuando un camión en el que viajaban se estrelló.
“La OIM continúa preocupada de los peligros de la migración desde América Latina hacia Estados Unidos”, añadió Msehli.
Rutas de Asia
La OIM dice que más de 4 de cada 10 migrantes en el mundo en 2020 nacieron en Asia, y ese continente tiene varias rutas migratorias importantes.
De acuerdo con la agencia de la ONU, casi 5.000 personas han muerto o desaparecido en Asia en los últimos ocho años.
La mayoría de esas muertes son de migrantes rohingya y bangladesíes que usan la ruta marítima para cruzar la bahía de Bengala y el mar Andamán para llegar a un refugio seguro en los países vecinos, o tal vez intentar llegar hasta Europa.
Las adversidades que enfrentan durante la travesía pueden ser extremas.
Como en otras rutas, estos migrantes suelen ser víctimas de la explotación por pandillas de traficantes de personas.
Otra ruta problemática está en la frontera entre Irán y Turquía, que ha visto la entrada sin precedentes de migrantes afganos desde que el Talibán tomó el poder en agosto del año pasado.
La ACNUR, la agencia para refugiados de la ONU, indica que más de dos millones de afganos se han registrado como refugiados en Irán y los países aledaños.