Oaxaca de Juárez, Oaxaca.-Con la finalidad de que las mujeres gocen de un embarazo sano y seguro, los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) promueven la importancia del control prenatal oportuno para la identificación de factores de riesgo, así como acudir a consultas de seguimiento después del parto.
Oaxaca, al igual que en el resto del país y el mundo, uno de los retos más graves que ha representado la pandemia por el COVID-19 ha sido la disminución en la asistencia a las citas prenatales, en las que se tienen protocolos establecidos de control de peso, anemia, infecciones o enfermedades persistentes que no están controladas en las futuras mamás, lo que representan factores de riego para muerte materna.
De acuerdo a la dependencia a la semana epidemiológica número 46, se han reportado 40 muertes maternas en el estado, el 88% fueron durante el puerperio -período que comprende desde el final del parto hasta la aparición de la primera menstruación-, 10% en el periodo del embarazo y 3% más en el parto.
Con mayor incidencia en Valles Centrales, Istmo y Costa, siendo el grupo de edad más afectado de 25 a 29 años en un 30%. Así también la principal causa relacionada a los fallecimientos fue la presencia del virus SARS-CoV-2 y hemorragia obstétrica.
Ante lo cual, para asegurar que el embarazo no tenga complicaciones, la primera consulta con el médico es muy importante para conocer el estado de salud de la mujer, obtener información sobre los cuidados pertinentes, identificación de signos de alarma, realizar los estudios necesarios y programar como mínimo cinco citas de seguimiento durante la gestación.
Después del nacimiento, también es importante continuar con las consultas, mantenerse alerta y acudir a la unidad de salud más cercana ante la presencia de fiebre, dolor de cabeza, sangrado abundante, desorientación, desmayos, al ver lucecitas o escuchar zumbidos.
La dependencia recomienda a las embarazas a realizar actividad física de acuerdo a las indicaciones del profesional de medicina, medir la presión arterial, no fumar, ni beber alcohol, evitar el sobrepeso u obesidad, disminuir el consumo de sal, suprimir la ingesta de refrescos y comida chatarra, no cargar cosas pesadas, no tomar medicamentos no prescritos por el médico, evitar lugares concurridos, usar siempre el cubrebocas al salir de casa o al estar en compañía de personas que no vivan en el mismo hogar, para que el embarazo transcurra sin complicaciones.
Además de consumir vitaminas y ácido fólico para evitar defectos del tubo neural en el recién nacido, procurar alistar un plan de seguridad, que implica que la mujer embarazada debe de prever el evento del parto y conocer el lugar donde puede recibir atención de urgencia, en caso de necesitarla; tener a la mano números telefónicos de familiares cercanos para cualquier eventualidad, e informar al personal de salud sobre antecedentes médicos o sobre los síntomas que se presenten tanto en el embarazo, como después del parto.
Durante esta administración en todas las unidades de Salud se han reforzado las acciones de atención pregestacional, el adecuado control durante el embarazo hasta un oportuno seguimiento de la etapa de puerperio, promoción de lactancia materna y cuidados del recién nacido, a fin de promover y difundir las acciones preventivas que sensibilicen a la población sobre la importancia que tiene la prevención en este tema de mejorar la salud materna y por supuesto, con ello disminuir el número de muertes.
La corresponsabilidad en salud pública implica tanto la participación de las autoridades del sector salud como de la sociedad en su conjunto para coadyuvar a la eficacia y eficiencia de los programas de embarazo saludable, parto seguro y políticas de salud materna, puntualizaron los SSO.