NACIONAL

“¿Buscando cadáveres?” Sheinbaum se deslinda de polémica del fiscal en caso Ayotzinapa

Claudia Sheinbaum intentó tomar distancia de las declaraciones que encendieron la indignación de las familias de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. Durante su conferencia matutina de este miércoles, la presidenta calificó como “desafortunado” el comentario del fiscal especial Rosendo Gómez Piedra, quien habló de estar “buscando cadáveres” en la sierra como parte de los avances del caso.

La frase cayó como una bomba entre los padres y madres de los estudiantes desaparecidos, quienes se reunieron el martes con la mandataria federal y con el propio fiscal. Al salir del encuentro, el vocero de los familiares, Melitón Ortega, expresó el profundo malestar por el tono y el enfoque de la investigación.

“A raíz de esas evidencias que ha habido, por eso los padres ya plantean eso. Con eso ya pierde toda la confianza de poder continuar en eso”, señaló Ortega, al referirse a la solicitud directa de remover a Gómez Piedra del cargo. También acusó falta de respuestas claras por parte del fiscal y recordó que pesan sobre él acusaciones por presunta corrupción, lo que, dijo, bloquea cualquier posibilidad de justicia real.

La presidenta no cerró la puerta al cambio. Al ser cuestionada sobre la permanencia del fiscal, respondió: “Estamos viendo si es necesario o no es necesario”, y confirmó que el tema ya está sobre la mesa del fiscal general Alejandro Gertz Manero. Aseguró también que se han sumado nuevos perfiles al equipo de trabajo, como parte de una supuesta renovación en la estrategia investigativa.

Aunque evitó entrar en detalles, Sheinbaum aseguró que se están explorando nuevos métodos de investigación que, dijo, podrían aportar más información. “Hay esperanza”, afirmó, y añadió que tanto los familiares como la sociedad mexicana exigen verdad y justicia.

Sin embargo, entre los familiares, el clima es de desconfianza. La reunión con la presidenta fue vista más como un gesto simbólico que como un paso sustantivo hacia la verdad. “Nunca hemos tenido una respuesta contundente con este fiscal”, insistió Ortega, dejando claro que el hartazgo ya no solo es por los años de impunidad, sino por los mensajes que, lejos de aliviar, reabren heridas.

En medio del contexto electoral y con la presión de organismos nacionales e internacionales, el caso Ayotzinapa sigue siendo una herida abierta que el nuevo gobierno no ha logrado cerrar. La exigencia es clara: no más simulación, ni declaraciones que traten a los jóvenes como cifras o restos, sino acciones que lleven, finalmente, a la verdad.

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