¡Uniformes al clóset! Setenta porciento de los policías municipales salen reprobados en Oaxaca

- El Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública informó que 70 % de los agentes locales en 150 ayuntamientos fueron cesados al fallar los exámenes de control de confianza; se abrirán plazas que podrían ser cubiertas en su mayoría por mujeres con mejores calificaciones.
El mapa policial de Oaxaca acaba de sufrir una sacudida: siete de cada diez agentes municipales han perdido su placa. De acuerdo con Karina Barón Ortiz, titular del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública (SSEP), en apenas medio año se dio de baja al 70 % de los policías de 150 ayuntamientos porque no superaron las pruebas de control de confianza.
Barón Ortiz detalló que los tropiezos se repiten con alarmante frecuencia:
- Polígrafo: muchos agentes mintieron sobre vínculos con el crimen organizado o encubrieron conductas indebidas.
- Antidoping y toxicológico: marihuana y cocaína encabezan los positivos.
- Salud: diabetes, hipertensión y obesidad dejaron fuera a otros tantos.
- Documentación: faltas tan básicas como no concluir la primaria, el bachillerato o no tener la cartilla militar liberada sellaron su suerte.
“No podemos seguir pagando con recursos públicos a elementos que no cumplen ni los requisitos mínimos ni los estándares éticos”, subrayó la funcionaria.
Plan “B”: patrullas en manos femeninas
Ante el despido masivo, la mesa estatal de seguridad optó por un giro estratégico: reclutar y entrenar a mujeres. Según las evaluaciones, ellas presentan mejores índices de honestidad, condición física y preparación académica.
“Si los perfiles más aptos resultan ser mujeres, los cuerpos municipales serán mayoritariamente femeninos”, adelantó Barón Ortiz.
La decisión busca no solo cubrir las vacantes, sino también elevar la credibilidad de las corporaciones locales, históricamente señaladas por corrupción y bajo desempeño.
Municipios a contrarreloj
Mientras se forman las nuevas camadas de agentes, los gobiernos locales deberán apoyarse en la Guardia Nacional y en la Policía Estatal para labores de vigilancia. El reto, advierte el SSEP, es restablecer la operatividad sin descuidar los criterios de profesionalización y transparencia.
Barón Ortiz insistió en que las depuraciones continuarán hasta depurar por completo a las corporaciones: “La seguridad de la población no puede dejarse en manos de quien reprueba la confianza. La meta es que cada municipio cuente con policías capaces, saludables y, sobre todo, confiables”.
Por ahora, las comandancias de 150 ayuntamientos lucen semivacías, pero el gobierno confía en que, con nuevos rostros —y muchas gorras femeninas—, las patrullas volverán a rodar sin las sombras que hoy las persiguen.