Como me ves te veras
Susurran de los agoreros de la calamidad, que lo ocurrido en el Capitolio en Washington, la víspera de la sesión de certificación de los votos electorales a cargo del Sendo estadounidense, es una cruda advertencia del peligro que corre cualquier país cuando un narciso se hacen con el poder.
El todavía inquilino de la Casa Blanca, arengo la mañana de ayer a sus simpatizantes que se congregaron sobre la icónica avenida Pensilvania para que protestaran agriamente; y el caos se apoderó de la sede legislativa.
Sus antiguos incondicionales, el senador Mitt Romney, y el congresista Adam Kizinger, lo desenmascararon burdamente, el primero calificando la irrupción, que se saldó con cuatro muertes, varios heridos y decenas de detenidos, como un acto de sedición; y el segundo, asegurando que fue un intento golpista.
Desde el pulpito mañanero, Andrés Manuel López Obrador rechazó tomar partido y se cobijó en la rancia doctrina Estrada, ya solo falta, afirman sus malquerientes, que el tabasqueño esté pensando en aplicar esa misma dosis en la revocación de mandato en 2022 o en la presidencial en 2024, y que se cumplan las palabras proféticas: cómo te vez me vi, como me ves te veras.
¡Ni mande Dios!, dicen los espantados.
Les cayó el TUMOR
La alianza “Va Por Oaxaca” es un hecho. Casi en el límite, los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática, formalizaron ante el IEEPCO su intención de competir coaligados por las 25 diputaciones en las alecciones de junio próximo.
Al albiazul le tocan siete candidaturas, a los amarillos siete también, y once para los tricolores, que llevan a cuestas la titánica labor de ganar el congreso para transitar sin sobresaltos el ultimo tramo de la administración de Alejandro Murat.
Por eso dicen los bien enterados, que las uñas de Amador Jara cuyo cuerpo yace en Morena, “le hicieron los mandados a los aliancista”. Que lea que sepa leer, dicen los bien informados.
Se los cargó…
Mal y de malas el bloque oaxaqueño de la Cuarta Transformación, que por andar cuchareando la alianzas ajenas, se les cayo el tinglado; el Partido del Trabajo va por la libre en el elección de los 25 diputados locales en Oaxaca.
Benjamín Robles Montoya ya adelantó que es para que ese instituto político mida su presencia y calibre su fuerza electoral. Una forma sutil de darles el avionazo a los morenos, dicen los bien enterados del divorcio al interior de las filas izquierdistas.
Que les costaba a los devotos del tabasqueño, que en lugar de tripular a Amador Jara Cruz para sabotear la alianza “Va Por México” entre las huestes perredistas, que al final lo expulsaron del partido del sol Azteca, por sedicioso, arreglaran sus propios entuertos.
Como el señor no endereza jorobados, por andar de candil de la calle y oscuridad de su casa, los morenistas se quedaron sin su alianza. No faltaron los maloras que sin rubor celebraron la ciada y de paso les recetaron un: lo merecen, por gandallas.